22.11.09

así, sin más...

Porque tu pelo huele a esos días de verano de cuando eras niño y viajabas en el coche con toda la familia y el perro sacaba la cabeza por la ventana, camino de la playa, con el sol reflejándose en el mar.
Porque tus ojos profundos son como dos estrellas caídas del cielo que aún conservan el toque inocente de la infancia y sin embargo encierran el fiero temple del guerrero que sobrevivió a la vida.
Porque cuando me ducho siempre entras a hurtadillas en el baño y te sientas a esperar que salga, empapada, con la toalla en la mano y una cara sonriente dibujada en el vaho del espejo.
Porque cuando horneaba esas asquerosas madalenas que siempre se me quemaban tú te comías la mitad de una y la otra se la dabas al gato, que salía espantado nada más olerla, e intentabas que dejara de cocinar.
Porque cuando vamos a comer a un restaurante oriental siempre te ríes bajito por lo mal que manejo los palillos, y al final acabas pidiéndome tenedor y cuchillo y yo te piso por debajo de la mesa.
Porque todas las mañanas, mientras el sol se cuela por la ventana, tus dedos sobre mi espalda bailan al son de los latidos del corazón mientras exploran bajo las sábanas, y la cafetera pita desesperada en la cocina.
Porque cada vez que salimos a la calle me coges por la cintura y me compras un clavel para enredármelo entre el pelo y acabas besándome de esa forma que tan solo se utiliza cuando no hay nadie, y todos nos miraban.
Porque ponías los ojos en blanco de desesperación cada vez que te ganaba al ajedrez a pesar de tus esfuerzos por hacer la mejor jugada mientras te restregaba que yo era mejor que tú en el tablero, y tú te ibas a la cocina sin decir nada y horneabas esas deliciosas madalenas que a mí nunca me salían, evidenciando que eras mejor que yo en la cocina.

Te odio.

Por todo eso te odio.
Porque un día, con toda la desconsideración del mundo, sin decirme nada, sin avisar, te moriste.
Así, sin más.
Y me dejaste aquí sola, llorando en el ático, sin el olor de las madalenas, ni el de los claveles, ni el de tu pelo de verano. Sin tus risas de agua clara ni tus juegos de palabras. Sin la energía de tu voz de tenor. Sin las tardes de silecio compartido abrazados en el alféizar de la ventana, viendo cómo el sol se hundía en las entrañas de la tierra.
Te odio, profundamente, pero no por el hecho de que te marcharas, si no porque dejaste en mi cabeza todos tus recuerdos, tus sabores, tus sonidos y olores.

Porque resulta que, después de todo, si no estás conmigo no se qué hacer.
Y me siento perdida.
Joder.




Imagen: Flirck

12 comentarios:

Diane Ross dijo...

Precioso... Joder, pero que bonito. Esperate, que voy a por un pañuelo
*se suena la nariz*
Ya, ya está, ya puedo comentar.
venga, ¿y que te pongo que esté a la altura?
*carraspea*
Que es preciosooo T^T *y se vuelve a sonar*
Joder con el amor, el daño que puede hacer T.T

saludos de colores =)

Belén dijo...

Normal que se sienta rabia... anda que no la he sentido yo veces...

Besicos

Doña María dijo...

Y cuando yo me muera ¿alguien me odiará con tanto amor?

emejota. dijo...

joder...no me lo esperaba...
es triste pero no podemos odiar a alguien por irse...aunque duela mucho...

(la foto la encontre en deviantart,es de esta chica http://curlytops.deviantart.com/ :))

Anónimo dijo...

¿Por qué siempre tienen que irse las personas que más queremos a nuestro lado? ¿Por qué, ya puestos, tenemos que querer tanto para luego dolernos el doble?
Que rabia.

Aún no se como he conseguido aguantarme las ganas de llorar. Es precioso.

alvar dijo...

Te amo, por hacer de las palabras una obra de arquitectura admirable y por crear un espacio al que me atrevo a entrar aunque este vestido de muerte. La belleza del texto solo la puede superar otra belleza...TU
besos

Dara dijo...

Si fuera a restaurantes orientales también se reirían de mí por no saber usar los palillos.


miau
con
gorro
rojo

Mariano dijo...

mmmm ni vale la pena odiar... tan corta la vida para perder el tiempo pensando en por que se fue...

Segui adelante, el que se va lo q mas odia es que tu te quedes asi... todo pasa por algo

p.strange dijo...

Joder
Coño
Puta
...

¿Y porqué las cosas se tienen que joder-coño-putearse cada vez que algo nos va bien?

Anónimo dijo...

Agg, me has hecho llorar! El amor es una fuerza sobrenatural, no hay dudas!
Muás enredados en vestidos :)

Amarilla dijo...

no hay una teoria que explique el desconsuelo de lo que tiende al infinito y que termina por romperse en desiertos acuaticos.

Lucía dijo...

Ay. Vaya cambio, brutal desenlace.
Pero no se puede odiar por dejar buenos recuerdos...

Muy bonita la foto.

Besicos